SPAIN AIKIKAI SINCE 1967
Aikikai de España (ACAE)

por Shu KITAURA Shihan 6º Dan AIKIKAI
Director de ACAE | ©2022

Asociación Cultural Aikikai de España

El Aikido es un arte marcial japonés fundado por Morihei Ueshiba en el siglo XX, contemporáneo a la fundación del Judo. Fue introducido en España en el año 1967 de la mano de Yasunari Kitaura, 8º Dan, Shihan, discípulo directo del fundador, delegado oficial de Aikikai en España y fundador de la Asociación Cultural Aikikai España (ACAE) y del Dojo Ametsuchi de Madrid.

El Aikido propone una solución alternativa al resto de artes marciales a la hora de resolver los conflictos. En lugar de basarse en bloqueos y esquivas que suelen conducir a golpes agresivos, propone caminos de armonización e integración. Este planteamiento resulta más complicado de realizar dado que, en contraste con el planteamiento convencional, basado en destruir dinámicas, trata de construir una dinámica unificada de los oponentes. De esta manera el Aikido logra trascender al arte marcial resultando en una teoría del movimiento que se puede resumir en la traducción de su propio nombre: “el método (“camino”: Do) de unificar (“armonizar”: Ai) flujos dinámicos (“flujos energéticos”: Ki).

Desde un punto de vista ideal, el Aikido recorre los caminos donde se conserva la energía total de los oponentes, algo que a veces se entiende de forma simplificada como aprovechar la energía del contrario. Esto implica que el Aikido consiste en la construcción de procesos dinámicos donde la disipación de la energía se minimiza y por tanto los choques violentos desaparecen o quedan reducidos a su mínima expresión.

De esta manera la confrontación inicial pasa a consistir en una única dinámica controlada por el defensor sin dañar al atacante. Resulta lógico comprobar que si el defensor trata de dañar al oponente, pasa a ser un atacante más y por tanto, el oponente (o atacante inicial) puede aplicar el mismo principio del Aikido para lograr el control dinámico.

Este argumento solo queda invalidado cuando uno de los oponentes falla en la unificación dinámica. El Aikido rehúye estas disputas de lucha basadas en el fallo del contrario incluyendo fintas, engaños y cambios repentinos de la guardia y por tanto carece de competición.

En contraste, se basa en el control de la distancia y la identificación de los flujos dinámicos para integrarlos. Es por todo esto que se considera que el Aikido es un arte particularmente noble y se conoce como el arte marcial de la paz.

Desde un punto de vista neurocientífico el Aikido trata de expandir el espacio peripersonal hasta englobar a todo el entorno incluyendo los oponentes potenciales en lo que se conoce en el argot neurocientífico como la encarnación de herramientas.

En este contexto las herramientas dejan de ser objetos inertes y pasan a ser sistemas complejos vivos como puedan constituirlos un conjunto de oponentes.

El origen de este arte marcial proviene de una situación particularmente asimétrica en la que el atacante está armado con una espada katana desenfundada y el defensor o bien carece de armas o tiene su espada aún enfundada.

Es en este contexto en el cual se comprueba que los bloqueos o las esquivas carecen de sentido, dado que los primeros pueden fracasar de forma dramática en evitar ser atravesados por la katana y los segundos solo aplazan un problema, empeorándolo generalmente, al tener la persona armada un radio de alcance mayor y más letal.

La katana también es el origen unificador que define una dirección al movimiento y une los brazos y el resto del cuerpo en un único flujo. Surge, por tanto, como solución, la integración armónica, de forma paradójica, en un origen particularmente sangriento.

El Aikido está basado en técnicas evolucionadas a partir de bases previas tomadas del Ju-Jutsu, Ken-Jutsu y So-Jutsu entre otras, en las que el fundador Morihei Ueshiba ha inferido un principio común a un conjunto de experiencias de combate centenarias si no milenarias.

Nuestra línea de Aikido, desarrollada por el Maestro Yasunari Kitaura, aplica el estudio del Aikido como teoría del movimiento en una serie extensa de ejercicios prácticos en los que comprobamos en cada ocasión el grado en el que logramos cumplir con su principio fundamental: ”el método de unificar flujos dinámicos”.

La práctica del Aikido resulta, de forma natural, un ejercicio saludable y estimulante para el cuerpo y para la mente, dado que se realizan movimientos armónicos y se buscan resoluciones de conflictos no basadas en la agresividad en un ambiente pacífico.

Además, promueve un ejercicio mental en el que se han de visualizar los movimientos de forma extracorpórea desarrollando la empatía al situar mentalmente tu propio ser en los núcleos que suponen las fuentes de los flujos dinámicos del oponente, lo cual permite la anticipación adecuada a los movimientos.